Traigo una receta de temporada, Pasta salteada con Collejas.
Tras las lluvias de primavera de este año,
los campos de Requena se han llenado de Collejas,
y con un tamaño considerable. Este año yo no he podido ir a coger, el pequeñajo
es demasiado pequeño. A ver si el año que viene me lo llevo un día al campo a
buscar collejas por los ribazos. Pero mis padres en Pascuas se han puesto las
botas a coger, así que había que darle salida a esta sana verdura. También es
interesante salir del sota, caballo y rey de las tortillas y revueltos típicos;
que están muy buenos pero también se pueden utilizar en otras preparaciones.
En esta ocasión se trata de una Pasta salteada con Collejas,
una receta bien sencilla y rápida de hacer. Eso si es una receta con un poco de
truco el tomate frito que utilizo también tiene su aquel. Es mi arma secreta,
bueno más bien de mi madre, su conserva de tomate frito en la lumbre. En la
temporada de conserva de tomate (verano) ya haré un post de este tema. Si no se
tiene a mano este tipo de conserva maravillosa, se puede utilizar un tomate
frito sabroso.
Ingredientes para hacer la Pasta salteada con Collejas, para 2 personas
Pasta 150 gramos, yo he usado abbracci,
que son como las hélices pero más largas y finas
1 cebolla
medio calabacín
1 puñado de Collejas frescas por comensal
6 cucharadas soperas de tomate frito
80 ml de vino blanco
Queso de untar tipo philadelphia
Sal
Aceite de oliva
Pimienta negra
Orégano
Receta para hacer la Pasta salteada con Collejas:
1. Poner a cocer la pasta elegida, en abundante agua con sal, seguir el tiempo de cocción indicado en la bolsa. Mientras se cuece vamos haciendo el sofrito.
2. Pelar la cebolla y cortarla en juliana.
3. Cortar el calabacín en palitos no
demasiado gruesos y reservar. Si la piel del calabacín está tersa y brillante,
a mí me gusta dejarlo con piel. Pero si tiene la piel un poco pocha mejor
pelarlo antes de cortar.
4. Limpiamos las collejas, para ello
quitamos los tallos que puedan estar más duros y las hojas que estén
estropeadas, y las vamos poniendo en un bol con agua. Luego las pasamos a un
escurridor y si es necesario las volvemos a meter en agua. Lo importante es
dejarlas bien limpias de tierra. Cuando están limpias las dejamos escurrir y
reservamos.
4. Ponemos una sartén grande (nos tiene
que caber la pasta) con aceite de oliva, al fuego y añadimos la cebolla cortada
y un poco de sal para ayudar al sofrito. Cuando la cebolla se está poniendo
transparente le añadimos los palitos de calabacín y seguimos sofriendo a fuego
no muy fuerte. Cuando el calabacín se está poniendo un poco blando, le añadimos
el tomate frito y el vino blanco y dejamos que evapore el alcohol un par de
minutos.
5. Añadimos las collejas bien escurridas
de golpe, puede que abulten mucho pero luego se quedan en nada. Y le damos un
par de vueltas y le añadimos la pasta cocida y escurrida.
6. Vamos removiendo todo el conjunto para
que se integren los sabores y le ponemos pimienta negra, al gusto, y
rectificamos de sal si hiciera falta (la pasta llevaba sal). Y añadimos el
orégano.
7. Servimos la Pasta salteada con collejas, en los platos y añadimos por arriba
unos pegotes de queso philadelphia y a comer.
Recomendaciones:
- Como al final metemos la pasta otra vez a la sartén no hay que pasarse de cocción ya que luego nos quedaría aplastada.
- A mi el calabacín me gusta dejarlo un poco al dente, poquito hecho.
- Se puede añadir otro queso, pero el queso de untar le da un toque distinto, más fresco.
Me parece una receta muy original.
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